Tanto en hidrocarburos como en electricidad, ahora tenemos un modelo competitivo y abierto, contamos con un Estado que fija y regula la política energética para garantizar equidad, transparencia, institucionalidad y el correcto funcionamiento de los mercados, aseguró el Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
Al inaugurar el VII Foro Mundial de Regulación de Energía 2018, el Titular de la Secretaría de Energía (SENER) agregó que para tal efecto, se fortalecieron y crearon organismos reguladores, dotados de atribuciones legales para normar los distintos procesos, conforme a las mejores prácticas internacionales y observando principios de transparencia y rendición de cuentas.
Joaquín Coldwell señaló que el nuevo estatus de los organismos reguladores implicó una mutación jurídica e institucional, y dio principio a un importante cambio cultural, las empresas del Estado ahora se someten a reglas claras, definidas y previamente conocidas por los participantes.
En esta transición, nos enfrentamos a un gran reto: la creación de mercados energéticos, el éxito en la gestación y funcionamiento de estos mercados requiere de un estrecho y continuo diálogo entre los hacedores de política y los órganos reguladores, agregó el encargado de la política energética del país.
Pedro Joaquín Coldwell destacó que en este año nuestro país se convirtió en país miembro de pleno derecho de la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés). Sin la Reforma Energética hubiera sido imposible que México cumpliera con los rigurosos estándares fijados por este importante organismo internacional. Asimismo, ingresamos a la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI), de tal suerte que los altos niveles de transparencia que incorporó la reforma se verán reforzados por esta normatividad internacional
Joaquín Coldwell destacó que durante más de 80 años tuvimos un sector energético monopólico y cerrado a la inversión privada, el Presidente Enrique Peña Nieto emprendió una gran transformación en el sector energético que además de su profundidad, se caracteriza por contar con un enfoque integral. Por un lado, alinea el sector de hidrocarburos a las mejores prácticas internacionales y por otro, permite llevar a cabo acciones vanguardistas en el sector eléctrico.
A través de las subastas de largo plazo, México se posiciona como un actor protagónico en la revolución verde que se gesta en el mundo. Por otra parte, nos planteamos unir zonas con potencial eólico y solar con los centros de consumo, a través de nuevas líneas de transmisión. En este año abrimos dos licitaciones de este tipo, una convocada por la SENER, de una línea de transmisión que conectará a la península de Baja California, con el sistema interconectado nacional. La segunda se trata de un proyecto de red desarrollado por la empresa eléctrica nacional, que unirá el sur de México con el centro del país.
Además de propiciar el desarrollo de grandes obras, también impulsamos proyectos de pequeña escala a fin de que los hogares y negocios puedan producir la electricidad que consumen, mediante paneles solares, bajo este esquema, las familias y las pequeñas empresas generarán parte o el total de la energía que consumen y podrán evacuar hacia la red los sobrantes, en una política pública que implica democratizar la generación eléctrica.
A la par que avanzamos con la reforma en electricidad, trabajamos para desarrollar un mercado de gas natural, incentivamos la entrada de nuevos participantes mediante las temporadas abiertas llevadas a cabo por el organismo del gobierno encargado de la operación del sistema nacional de gasoductos, como resultado ya contamos con 36 empresas que han firmado contratos.
Uno de los cambios más visibles, ha sido la apertura en el mercado de gasolinas y diésel. Durante el año pasado, más de 30 marcas de gasolineras se han establecido. De las 11 mil estaciones de servicio en la República, el 21 por ciento opera ya bajo una nueva marca. Además están anunciadas inversiones por 2 mil 300 millones de dólares para construir 45 proyectos de almacenamiento, que de llevarse a cabo nos permitirían almacenar 34 millones de barriles de combustible adicionales, un 163 por ciento más de la capacidad actual, finalizó el Secretario de Energía.