Chesapeake Energy anunció que debido al COVID-19 anunció que solicitó la protección del capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.
La petrolera norteamericana Chesapeake Energy anunció que debido a la caída en los precios del petróleo por el confinamiento provocado por la pandemia de COVID-19 solicitó protección contra la bancarrota para poder reestructurar una deuda de 7 mil millones de dólares.
La empresa durante unos años fue la líder en la extracción de recursos no convencionales en territorio norteamericano, decidió acogerse al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de ese país.
Pese a la declaración de quiebra, las operaciones de la empresa continuarán durante el proceso de quiebra.
“Nuestra deuda y obligaciones contractuales han resultado ser demasiado grandes en este contexto de precios (bajos) de materias primas sin precedentes», dijo en un comunicado.
De esta forma la petrolera puede emprender la reestructuración de su deuda por 7 mil millones de dólares sin la presión de los acreedores.
«Acogerse al capítulo 11 además de garantizar el financiamiento de nuestras operaciones actuales y facilitar nuestra salida de este proceso» de bancarrota”, dijo Doug Lawler, presidente de Chesapeake Energy.
La petrolera promedió en 2019 una producción de 484 mil barriles diarios de petróleo crudo equivalente extraido de campos en las cuencas de Eagle Ford, Brazos Valley, Marcellus, Powder River y Mid-Content.