TransCanada Corporation anunció hoy la entrada en servicio de su gasoducto Topolobampo en el norte de México, proveyendo capacidad para transportar 670 millones de pies cúbicos de gas natural diariamente a mercados en los estados de Chihuahua y Sinaloa. El Proyecto representa una inversión de aproximadamente  mil 200 millones de dólares ( y provee la interconexión que abastece al gasoducto Mazatlán, también de TransCanada.

 

El Proyecto Topolobampo involucró la construcción de aproximadamente 560 kilómetros de ductos de 30 pulgadas de diámetro desde El Encino, cerca de la ciudad de Chihuahua, a Topolobampo, cerca de Los Mochis, Sinaloa. En conjunto, los gasoductos de Topolobampo y Mazatlán conforman un sistema que añade más de 870 kilómetros de infraestructura energética que jugará un papel fundamental en proveer gas natural a plantas generadoras de energía eléctrica y a centros industriales y urbanos, promoviendo el desarrollo económico de la región noroeste de México.

 

«Completar el sistema de ductos de Topolobampo y Mazatlán es un logro importante para TransCanada conforme continuamos expandiendo nuestro portafolio para transportar gas natural que atienda las necesidades de generación de energía eléctrica de México. Estamos desarrollando la infraestructura que alimentará nuevas plantas de generación de energía eléctrica y facilitará la conversión a gas natural de plantas existentes que actualmente usan combustóleo y diésel, reduciendo así el costo de la electricidad y las emisiones de gases de efecto invernadero”, dijo Robert Jones, Presidente de TransCanada México. “Nos enorgullece la forma en la que superamos retos técnicos muy difíciles y completamos este proyecto tan demandante de una manera segura”, mencionó.

 

El ducto de Topolobampo presentó algunos de los retos de construcción más demandantes en todo el país, dada la geografía a lo largo de la ruta, incluyendo cruzar la sierra Tarahumara cerca del Cañón del Cobre en el estado de Chihuahua. TransCanada usó técnicas innovadoras como la perforación vertical para poder cruzar acantilados con pendientes extremadamente inclinadas y la necesidad de usar grúas aéreas para transportar los tubos a regiones remotas.

 

Durante su construcción, el proyecto empleó a cerca de 3 mil 500 empleados y contratistas y alcanzó más de 10 millones de horas hombre sin incidentes que implicaran incapacidades. TransCanada trabajó cercanamente con propietarios de terrenos y autoridades locales para asegurar que fueran parte importante del proceso de desarrollo y construcción. Este proyecto fue uno de los primeros en México en incluir consultas indígenas coordinadas por el gobierno federal a comunidades impactadas.