En este panel estuvieron como participantes Paolo Salerno, socio de Salerno y Asociados; Roxana Muñoz, vicepresidenta y analista para el Grupo de Financiamiento de Proyectos y Gobiernos Locales y Regionales de Moody’s; y Manuel Rodríguez, director general y socio de AINDA.
En el panel “Oportunidades de negocio en el sector energético” se destacó la importancia de analizar el marco legal vigente, con el fin de observar qué posibilidades de inversión hay, sobre todo porque había unas reglas de juego establecidas, pero estas han venido cambiando.
Manuel Rodríguez, de AINDA, expresó: “El régimen constitucional que tenemos hoy es exactamente el mismo que teníamos en 2018 y mucha gente interpretó mal la votación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) con respecto a las modificaciones de la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), porque hay una clara directriz que están siguiendo los jueces de distrito y los tribunales colegiados”.
Y continuó: “A nosotros nos está yendo extraordinariamente bien, pero la visión que tenemos es muy diferente a la de otros jugadores en la industria. En primer lugar, no hacemos nada que no convenga a la contraparte, lo cual es una buena regla, porque cuando haces algo que no conviene a la contraparte, ese día contrataste a los abogados, aunque no les hayas empezado a pagar; en segundo lugar, hay una extraordinaria noticia que hemos vivido en los últimos años y es que las instituciones resultaron ser mucho más sólidas de lo que pensábamos”.
Rodríguez opinó que la realidad es que “vivimos en un país en el cual la demanda de energía eléctrica sigue creciendo, y por lo tanto, tenemos que dejar de rasgarnos las vestiduras, entender que el régimen constitucional es el mismo que había en el 2018, que la SCJN ya dio una clara señal con una votación 7-4, y que el gobierno se está dando cuenta que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex) no van a satisfacer las necesidades del país”.
Por su parte, Roxana Muñoz, de Moody´s, explicó que, en general, “hemos visto que el desempeño de los proyectos en estos últimos cuatro o cinco años continúa, aunque sí hemos visto afectaciones en, por ejemplo, permisos y en el hecho de que permanecen clausurados algunos proyectos importantes”.
A su vez, Paolo Salerno, de Salerno y Asociados, explicó: “Si bien es cierto que el marco legal se ha mantenido digamos ‘homogéneo’, lo que ha cambiado han sido dos cosas: uno es la percepción de la seguridad jurídica, con constantes intentos de cambio, que esto no lo digo yo, esto está en los números, por ejemplo, la inversión en energía eólica en estos cuatro años ha bajado 85%, es decir, hemos arrastrado proyectos del sexenio anterior y no ha habido nuevos proyectos y esto se pagará a partir del 2024, entre comillas, porque obviamente rehacer proyectos nuevos, pues cuesta dos, tres años, desde el 2024”.
También es importante, dijo, “la interpretación que se ha dado en la concesión de un permiso, lo que hemos visto en todos los subsectores, por lo cual creo que ahí hay un área de oportunidad muy importante. Por otro lado, la regulación se tiene que revisar cada cinco o siete años, pero con diálogo de las partes; considero que el gobierno sentía que había perdido el control del sector y, obviamente, la energía es estratégica”.
El marco regulatorio general que tiene México, resaltó, “es uno de los mejores que hay en el mundo; hoy día, yo creo que desde el 2012 no ha cambiado la matriz de interés de México, o sea, para mí es un país que ofrece una posibilidad de inversión importantísima, tanto en electricidad, como en gas y petróleo, entonces yo diría que cualquier empresa podría venir a invertir en México”.
Por su parte, Rodríguez insistió en el punto de que si cambian las reglas dentro del mismo marco constitucional, eso no significa necesariamente inseguridad jurídica: “Yo pienso que las reglas tienen que evolucionar y reconocer que se cometieron errores en la implementación de la Reforma Energética del 2013”.
Hizo ver que hay muchas oportunidades de seguir invirtiendo con las reglas actuales y con las condiciones actuales, “coincido con lo que dicen de que hay que saber en dónde sumas y dónde restas; por otro lado, el gobierno quiere darle un rol de mayor protagonismo a CFE y a Pemex por la razón que sea, por lo cual creo que ese rol protagónico hay que entenderlo y sumarlo como país para construir más adelante”.
A su vez, Muñoz expresó: “Es claro que Pemex y CFE no tienen recursos para invertir todo lo que se necesita, pero hay que buscar el cómo sí, qué esquemas le gustan a este gobierno, qué esquemas le gustan a CFE y a Pemex. Hay que encontrar este tipo de esquemas en donde CFE también sea dueño, porque parecería ser que esta es la manera en la que le gusta a este gobierno para abrirle las puertas a la inversión privada.
Salerno opinó: “Yo creo que el marco constitucional está muy bien como está, realmente no hace falta tocarlo tenemos empresas productivas del Estado sólidas, con una cierta fuerza, creo que también se debería de trabajar en la evolución que han tenido esas empresas, porque todo el mundo piensa en CFE, pero para mí el core business de CFE serían las redes y esto ayuda al crecimiento económico del país y el tema del suministro, yo no creo que haya competidor más calificado que CFE, con una estrategia de mercado bien hecha”.
En su oportunidad, Rodríguez recalcó: “Yo creo que tenemos un énfasis demasiado fuerte en la autonomía de los órganos reguladores, de entrada hay una falacia ahí, así que tenemos que empezar rompiendo ese paradigma como punto de partida forzoso; además, por ejemplo, si uno ve el estado de Colima, tenemos el puerto de Manzanillo, que es el más importante del país, tenemos gasoducto, vía férrea, la super carretera a Guadalajara, pero no hay una sola planta industrial en todo el estado de Colima”.
Al respecto, Muñoz indicó: “Me gustaría aclarar que la calificadora sí toma en cuenta los activos, siempre ha sido un factor que se incorpora en las metodologías, porque nos gusta evaluar tanto solvencia como liquidez, pero lo que realmente más importa es la liquidez, porque la calificación se basa en si puedes o no puedes liquidar tu deuda, si tienes solvencia, pero lo importante es la liquidez para hacerle frente a tus compromisos”.
Para concluir, la representante de Moody’s analizó: “Creo que la parte de Rusia, Ucrania, la expectativa de recesión y la inflación no juega muy bien para la emisión de bonos, y no solo hablo de CFE y Pemex, vemos una ralentización en las emisiones de deuda. Hay jugadores, sobre todo privados, que son los que están queriendo financiar estos proyectos de infraestructura, entonces para 2023 esa sería la tendencia, no es algo exclusivo de México, es algo de todo el mundo, donde vemos más emisiones privadas, porque ahora las tasas de interés están bastante altas para emitir”.