«Comenzó la cuenta regresiva. Los factores externos incrementan los focos rojos para que el gobierno federal emita señales concretas a favor de inversiones en sectores clave«, afirmó Gustavo Mendoza experto en financiamiento en infraestructura de la firma legal Santamarina + Steta.
La baja en el precio del petróleo, la depreciación del peso, el quebranto de Pemex y la pandemia de coronavirus acentúan la crisis económica de nuestro país en diversos sectores.
Principalmente en el energético «el cual requiere con urgencia la presentación de un plan de infraestructura energética que reconsidere mantener las asociaciones (farmouts) entre el sector público y privado, que permiten a PEMEX compartir riesgos financieros, tecnológicos y geológicos con compañía privadas, a fin de estabilizar su producción petrolera e incrementarla gradualmente. Además, reactivar las rondas petroleras», puntualizó Gustavo Mendoza.
De continuar la caída de los precios del petróleo, el flujo de efectivo de Pemex aumenta su riesgo, generando problemas para efectuar su plan de negocios. «Detonar inversiones es urgente.El plan y acuerdo nacional en infraestructura que se presentó hace algunos meses debe también implementarse de inmediato en la parte aeroportuaria, carreteras, agua, telecomunicaciones, ampliaciones, etc.» subrayó.
Gustavo Mendoza añadió que hay otros rubros de inversiones clave para destrabar la desconfianza en inversionistas, como el de las energías renovables y el del sector salud, para la construcción de hospitales. En particular, este último sería bien visto dada la problemática mundial actual.