El tribunal ordena a Profepa y Semarnat revisar la termoeléctrica de Tula para reducir emisiones contaminantes sin afectar el suministro eléctrico en el Valle de México.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) deberán revisar y verificar la operación de la central termoeléctrica de Tula para que implemente medidas necesarias que controlen sus emisiones y mitiguen los daños ambientales sin afectar el suministro de energía eléctrica, según un tribunal colegiado.El Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito concedió un amparo, interpuesto por el despacho jurídico Lamoglia Abogados, SC, y el Consejo Nacional de Litigio Estratégico (CNLE), para que Profepa y Semarnat aseguren que la central eléctrica “Ing. Francisco Pérez Ríos”, operada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Tula, Hidalgo, cumpla con las leyes ambientales que regulan la emisión de contaminantes.Ambos organismos señalaron que la central, operando con altos niveles de contaminación debido al uso de combustóleo con un 4% de azufre (el doble del límite permitido), ha contribuido significativamente a la contaminación en el Valle de México. Un estudio de 2021 de Iniciativa Climática de México (ICM) reveló que la planta infringe la Norma Oficial Mexicana NOM-086-SEMARNAT-SENER-SCFI-2005 y no cumple con el permiso de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que solo autoriza el uso de gas natural como combustible.La central eléctrica y la refinería de Tula son responsables del 90% de las emisiones en la zona y contribuyen con el 33% de la contaminación del Valle de México. Las emisiones de sus siete chimeneas oscilan entre 110 y más de 300 metros cúbicos por segundo.El amparo reconoció la afectación de los derechos de los habitantes de la Ciudad de México, la ilegalidad del uso de combustóleo con altos niveles de azufre, la violación a los límites de emisión de contaminantes y la falta de regulación por parte de las autoridades federales.Frente a más de 10 contingencias ambientales en seis meses por la mala calidad del aire, la decisión obliga a las autoridades a tomar acciones para que la central reduzca sus emisiones sin afectar el suministro de energía eléctrica, mejorando la calidad del aire para los habitantes del Valle de México.