Para finales de 2020, el sector de hidrocarburos tiene previsto perforar 250 pozos para encontrar crudo, y en el proceso, se requerirán 135 mil profesionistas, técnicos y especialistas en materia energética.

 

Independientemente de las circunstancias políticas del país, México va en franco camino hacia el crecimiento del sector energético, tanto en lo que se refiere a hidrocarburos como en energías limpias, pero la falta de mano de obra joven y calificada será el fiel de la balanza para que esta industria pueda despuntar nuevamente y fortalezca el empleo nacional.

 

Los directivos empresariales y consultores en capital humano: Guido Van Der Zwet, gerente para las Américas en IPS Powerful People; Mauricio Reynoso, director general de la Asociación en Dirección de Recursos Humanos (AMEDIRH), y Rodrigo Salinas, socio director de 360 Business Solutions, que participaron en el Panel: Formación y atracción de talento en el sector Oil & Gas, en el marco de los trabajos del Encuentro Internacional de Energía México (EIEM) 2019, coincidieron en advertir que en gran medida la falta de capital humano responde a la falta de un trabajo en conjunto entre las universidades y las autoridades para realizar campañas eficientes de marketing educativo.

 

En franco camino hacia el sector energético

 

Guido Van Der Zwet, gerente para las Américas en IPS Powerful People, resaltó que el tema que se debe analizar es que “independientemente de la circunstancias políticas, el país va en franco camino hacia trabajar fuertemente el sector energético, tanto en lo que se refiere a hidrocarburos como a las energías limpias”.

 

Debemos, sugirió, poner mucha atención en este sentido, porque el talento se requerirá. “Hay que hacer mucho trabajo de marketing dirigido a lo que significan las oportunidades para los jóvenes en términos de la industria energética”.

 

Para estas fechas, agregó, México estaría necesitando 135 mil profesionistas, técnicos y especialistas en materia energética, “hay un déficit importante, por lo cual debemos hacer mucha difusión de lo que significa trabajar en el sector, qué oportunidades existen y, sobre todo, qué oportunidades está ofreciendo en el país y qué tipo de talento requiere”.

 

El gobierno, aseguró, tiene gran parte de la responsabilidad, “por lo cual es seguro que la Secretaría de Educación Pública tiene diferentes universidades en donde se va a brindar la capacidad para todos los estudiantes que están interesados en canalizar sus estudios a la industria de los hidrocarburos”.

 

Sin embargo, subrayó que las compañías también deben hacer su trabajo de vinculación entre academia y sector empresarial,“porque ellos también tienen la necesidad de tener gente a su favor y capacitarla a través de intercambio o becas con países avanzados en el sector energético”.

 

Adelantó que, para el 2020, se tiene contemplado perforar más de 250 pozos, y de ahí, “si se hacen buenos yacimientos, llegaremos a la producción estimada por el gobierno federal, ahí se va a necesitar a la gente, hay que hacer un marketing mucho más interesante para los estudiantes”.

 

Al personal altamente especializado le lleva años capacitarse

 

Rodrigo Salinas, socio director de 360 Business Solutions, criticó el trabajo de vinculación que se realiza entre las universidades y las empresas, principalmente “porque al personal altamente especializado le lleva años capacitarse, y una vez capacitado, ya entra en periodo de jubilación laboral, llevándose toda la experiencia a su casa”.

 

Explicó que Venezuela identificó los tiempos que le llevó obtener en su plantilla laboral un ingeniero especializado, los cuales oscilaron alrededor de 22 años, mientras que British Petroleum le llevó 13 años, aproximadamente.

 

Ante una industria globalizada, las características del personal son específicas

 

Mauricio Reynoso, director general de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (AMEDIRH), coincidió con el resto de los panelistas y añadió que ante una industria globalizada, las características del personal son específicas, entre ellas el manejo de varios idiomas, maestrías gerenciales, y especialidades técnicas y operativas, para responder a los niveles de exigencia de la propia industria.

 

“Cuando estás en un sector tan global, tienes que entender que hablar nada más español no es suficiente; debemos entender que el inglés debe ser nuestro segundo idioma, y de ahí, otros que puedas empezar a dominar”, previno.

 

Esas, concluyó Reynoso, deben de ser las áreas de oportunidad que los jóvenes deben contemplar la posibilidad de incorporarse a las empresas globales donde los sueldos van desde los desde los 30 mil a los 120 mil pesos, dependiendo del nivel jerárquico y el nivel de responsabilidad que la persona tenga.