El sector energético en México enfrenta una situación de incertidumbre por la caída en el precio del petróleo y por la contingencia sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19, pero podría recuperarse el próximo año, aseguró Fitch Ratings.

Pese a la insistencia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de apostar a la construcción de la refinería de Dos Bocas y la extracción de crudo, la agencia asegura que en los últimos días ha habido señales del gobierno de ir por los renovables.

«Visualizamos un creciente mercado que necesitará capacidad adicional para acomodar la demanda. Aunque algunas reglas cambien en el mercado energético, aún anticipamos limitantes en el presupuesto de CFE, dando espacio a plantas energéticas privadas».

En un webinar titulado «incertidumbre regulatoria» del Gobierno mexicano, Gregory Remec, Jefe de Energía para America de la calificadora de riesgos, dijo que la demanda de energía de nuestro país esta altamente relacionada al PIB, el cual se espera que se contraiga en 4% este año.

El especialista señaló que la situación actual apunta «a la debilidad de una economía que está altamente ligada a los precios del petróleo» y al desempeño de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que sugiere, argumentó Remec, que una diversificación fuera de los combustibles fósiles es «valiosa».

«Hay extremadamente bajos precios del petróleo por la sobreproducción relativa a la demanda, y con la demanda destruyéndose y la producción aún en niveles muy altos, la expectativa es que los bajos precios persistirán», expuso Remec.