Oscar Ocampo resaltó que la CFE no tiene la capacidad de absorber la demanda de energías renovables. 

 

El coordinador de Energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Oscar Ocampo Albarrán, al manifestarse en contra de la reforma, expuso que imposibilitará a la CFE a hacer las inversiones que se requiere en la red transmisora, ya que habría escasos recursos para la inversión eléctrica, pues su prioridad sería la transmisión en lugar de la planeación del sistema y de la transición energética.

 

Resaltó que la empresa productiva del estado no tiene la capacidad de absorber la demanda de energías renovables.

 

Apuntó que el andamiaje legal actual está diseñado para desarrollar el sistema eléctrico. Enfatizó que este rubro tiene áreas de mejora, las cuales pueden solucionarse con creatividad regulatoria, por lo que no se requieren cambios constitucionales.

 

“La clave está en permitir que cada actor institucional y del mercado ejerzan sus responsabilidades de forma independiente y que la CFE invierta en la red de transmisión”, aseguró el experto.

 

Sostuvo que al ciudadano le importan tres cosas de la energía eléctrica: que sea confiable, de buen servicio, limpio y con precios competitivos. Consideró que para lograr estos objetivos, es necesario fomentar la generación de energía renovable en lo posible y una transmisión suficiente confiable que minimice pérdidas.

 

Por otra parte, Víctor Florencio Ramírez Cabrera, en representación de la Plataforma México Clima y Energía, afirmó que no se requiere una reforma, toda vez que la planeación se puede hacer con el marco jurídico vigente. Consideró que existe una estructura que sigue principios de eficiencia, calidad, confiabilidad, continuidad, seguridad y sustentabilidad.

 

Mencionó que se debe tener una red eléctrica inteligente que permita reducir los costos a los ciudadanos y se complemente con los recursos del Fondo Universal Eléctrico, y que se incluya la participación de interesados en el mercado. Resaltó que las necesidades del sector es incrementar las capacidades de transmisión en Oaxaca y Tamaulipas y mejorar la confiabilidad de las reservas y la capacidad de alojamiento.

 

Enfatizó que la propuesta que hoy se analiza evita que los privados participen en transmisión y distribución, y sólo les permite un 46% de generación a los inversionistas, lo cual afecta al usuario, porque no garantiza el costo de energía más bajo. Permite que una sola empresa tenga la mayoría de la energía que se produce en el país.